miércoles, 14 de julio de 2010

Los sindicatos “fantasmas” en Tijuana

En 1993 trabajadoras y trabajadores de Plásticos Baja Cal, una maquiladora de origen estadounidense en la Ciudad de Tijuana, intentan organizarse en un sindicato independiente, la empresa los descubre y es despedido el organizador principal, el movimiento sigue y días después son despedidas otras 11 personas entre mujeres y hombres, la organización no para, ni dentro, ni fuera de la empresa.

Los y las trabajadoras de la planta maquiladora, se llevan una sorpresa cuando a mediados de abril los supervisores de la empresa reparten un volante de un Sindicato completamente desconocido, el “México Moderno” de la Confederación Regional Obrero Mexicana (CROM), su Secretario General Javier Merino Duarte, les comunica que ellos son el Sindicato que tiene la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo con la empresa Plásticos Baja Cal. De la nada apareció el Sindicato.

Las trabajadoras y trabajadores del movimiento inmediatamente identificaron a este sindicato como un sindicato fantasma, ya que nadie nunca lo había visto y de pronto cuando se están organizando apareció. Jamás habían oído hablar de él, mucho menos habían tenido una reunión sindical, habían elegido a su secretario General, no les cobraban cuotas sindicales para el mantenimiento del mismo. El sindicato había firmado un Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) con la empresa a espaldas de los trabajadores y trabajadoras, y jamás los había apoyado en la multitud de problemas por los que pasaban a diario en la empresa.

Sabían las y los obreros de Plásticos, que ese sindicato actuaba de una forma diferente a los sindicatos “charros”, y a pesar de que en los medios de comunicación y otros sectores se decía que los sindicatos que vendían protección a las empresas extranjeras y que estaban encabezados por Joaquín Parada Ruiz, Secretario General de la CROM en Baja California, eran sindicatos blancos, tuvieron muchas dudas de calificarlos de esa manera, ya que estos sindicatos eran diferentes. La diferencia más palpable es que estos sindicatos de la CROM nadie los veía, eran fantasmas, que cuando los y las trabajadoras se empezaban a organizar aparecían de la nada.

Dos meses antes a los trabajadores de Glem de Baja California, una maquiladora de muebles de madera, también de la nada se les había aparecido el mismo sindicato el “México Moderno” de la CROM, pero ahí había aparecido por medio de una huelga. Huelga de la cual los trabajadores no sabían absolutamente nada. La empresa se encontraba con problemas económicos, existía la posibilidad de que fuera embargada por los acreedores, y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la huelga había salvado a la empresa del embargo.

Cuando Javier Merino Duarte, el Secretario General del Sindicato “México Moderno”, llego junto con otros miembros de la CROM ante los trabajadores de GLEM, estos los corrieron a patadas. A los pocos días los trabajadores descubren que en la nomina de pago de la empresa, aparece Javier Merino Duarte, pero nadie lo conocía, ni lo había visto nunca jamás, hasta el día en que estalla la huelga. De la nada había aparecido el sindicato.

En ambos casos el Centro de Información y Formación Obrera (CIFO), antecedente inmediato del Centro de Información para Trabajadoras y Trabajadores, A.C. (CITTAC), fue parte de la asesoría laboral.

Algunas diferencias entre “Blancos” y “Fantasmas”.

Las y los trabajadores de Plásticos Baja Cal e integrantes del CIFO -que durante el mismo proceso del movimiento de Plásticos, se transformo en CITTAC-, al tratar de explicar y explicarse como es que funcionan este tipo de sindicatos que están en las maquiladoras de Tijuana y en Baja California en general, comienzan a ver las diferencias entre los sindicatos “blancos” y los “fantasmas”.

Los sindicatos “blancos” son conocidos por la base sindical; el sindicato “fantasma” no. El sindicato “blanco” firma un Contrato Colectivo de Trabajo con pésimas condiciones para los trabajadores, pero estos saben de la existencia de dicho contrato; los sindicatos “fantasmas” firman Contrato Colectivo de Trabajo con pésimas condiciones para los trabajadores, a espaldas de ellos, sin que sepan de la existencia de dichos contratos, en ocasiones incluso antes de que la empresa se instale. Los sindicatos “blancos” regularmente están dirigidos por una persona que impuso el patrón, que fue o es trabajador de la misma empresa, por lo que dicha persona es conocida por las y los trabajadores, muy probablemente tenga relaciones familiares, de amistad, de compadrazgo, en la misma empresa y aunque en forma mínima debe responderle a su base o por lo menos siente ese compromiso o esa presión; el sindicato “fantasma” esta dirigido por una persona totalmente ajena a la base trabajadora, no siente por ella el más mínimo compromiso, no mantiene ningún tipo de relación con la misma, por lo mismo no le importa lo que sufra, lo que le duela.

Los sindicatos “blancos” tienen reuniones sindicales, cobran cuotas; los sindicatos “fantasmas” no tienen reuniones sindicales, ni cobran cuotas. El modelo de los sindicatos “blancos” tiene su historia en el grupo económico de Monterrey, Nuevo León; el sindicalismo “fantasma” surge de la podredumbre del sindicalismo “charro” y las necesidades de las trasnacionales de contar con un sindicalismo nulo. Los sindicatos “blancos” no firman en sus contratos la cláusula de exclusividad en la contratación del personal; en los contratos de los sindicatos “fantasmas”, si aparece dicha cláusula, aunque no la hagan valer, porque no hay el mínimo compromiso de hacerla valer, ya que toda su existencia en una farsa. El sindicato “blanco” vive de los favores de la empresa y de las cuotas sindicales; El sindicato “fantasma” vive exclusivamente de los favores de la empresa, por lo que su capacidad de negociación es totalmente nula, ni siquiera existe la posibilidad de que en algún momento puedan medianamente independizarse de su patrón (como ha sucedido con algunos sindicatos “blancos”, que se convirtieron en “charros”).

Otras características que tienen los “fantasmas” es que al no tener vida sindical, al ser desconocida su existencia por los y las trabajadoras, no intervienen en las problemáticas que se dan al interior de las empresas; no participan en los desfiles conmemorativos del 1ro. de mayo, ya que al no tener base sindical, no tienen con quien marchar (la excepción en este caso han sido algunos sindicatos de la Confederación Revolucionaria Obrero Campesina (CROC), que durante la campaña de Jorge Hank Rohn a la gobernatura del estado de B.C. marcharon en el año de 2007).

Antecedentes en Tijuana al sindicalismo “fantasma”.

Una vez oficializada la instalación de maquiladoras en la frontera norte de México a través del Programa de Industrialización Fronteriza (PIF) en 1965, la preocupación de las grandes trasnacionales era por tener una situación competitiva mejor frente a las compañías europeas y japonesas, el trabajo mexicano barato y de calidad, iba a ser la clave para el reacomodo de la nueva división internacional del trabajo. La relación entre las compañías y el gobierno estadounidense, con el gobierno mexicano y los grupos políticos y económicos de la frontera cambia. Las compañías estadounidenses influyen en la política seguida por el gobierno mexicano hacia la inversión extranjera. Las trasnacionales en última instancia juegan un papel muy importante en las relaciones sociales del país, acentuándose esto en los estados maquiladores del norte.

Estas relaciones que se dan producto de la nueva división del trabajo a nivel internacional, influyen en las relaciones sociales, en la estructura y la organización de la sociedad misma en la frontera, por lo que a su vez han venido también a influir en nuestras costumbres, valores, arte, derecho, concepto de justicia, organización sindical, elección de nuestras autoridades, ecología etc. Es tal el poder económico y político que las trasnacionales tienen en la frontera, que es su lógica, su forma de pensar es la que domina las capas del poder económico y política de la sociedad. Es el gobierno mexicano el encargado de hacer que la lógica de las compañías se haga ley en México.

Las trasnacionales al instalarse en México, saben que tienen que despojar al gobierno mexicano de su nacionalismo y populismo, porque necesitan puertas abiertas para su inversión. Para poder aplicar su modelo exportador las trasnacionales necesitaban transformarla organización del trabajo, quitándole peso a la estructura sindical existente en el país, aumentar la productividad del trabajo y recomponer al ejercito industrial de reserva, sin que exista una respuesta enérgica de los trabajadores.

La industria maquiladora en sus inicios no tenía aún la influencia determinante que hoy tiene, por lo que no era del todo extraño que algunos políticos, lideres sindicales, prensa, etc. se lanzara en contra o hiciera criticas a esta industria.

En sus primeros años, en la industria maquiladora era muy generalizada la costumbre de no pagar el salario mínimo, ni dar seguro social, además de los malos tratos y la falta de medidas de seguridad e higiene. Esto se combinó con el hecho de que los sindicatos “charros” de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y de la CROC, vieran en las trabajadoras de la maquila una fuente de ingresos y poder político, por lo que se lanzaron por las firmas de Contratos Colectivos de Trabajo.

La CTM estalla huelgas por la firma de Contratos Colectivos de Trabajo, sin consentimiento de las trabajadoras, obligan a trabajadoras a afiliarse a sus sindicatos, las amenazan con dejarlas sin empleo y golpearlas a través de grupos de porros, si no apoyan sus movimientos por la firma de contratos.

Durante 1969-1973, los sindicatos “oficiales” tiene avances, según Salvador Aguirre “El Chavoy” secretario general de la CTM, de las 20 000 trabajadoras que había a fines de 1972, 5 000 estaban sindicalizadas .

La maquila era un fenómeno nuevo, ni autoridades locales, ni sindicatos oficiales, ni la sociedad en su conjunto sabíamos las repercusiones que esta industria iba a tener. Los líderes “charros” de la CTM no tienen claro que no se puede enfrentar este nuevo proyecto con métodos viejos, las organizaciones de izquierda tampoco lo sabíamos.

En 1971 la CROC manifestaba estar “dispuesta a prestar apoyo… a los trabajadores de la maquila afiliados a esta central en problemas que enfrentan con las empresas”, por su parte la CTM demandaba al presidente de la Republica Luís Echeverría Álvarez, “un estudio del PIF para legislar al respecto y otorgar mayor garantía a trabajadores”.

El periódico El Heraldo de Baja California, en una editorial manifestaba que “por su tendencia a evadir responsabilidades laborales, sería (conveniente) exigirles el depósito de fianzas que garanticen las prestaciones o indemnizaciones a la que pudieran tener derecho sus empleados”

Por otro lado, lo que más le interesa a las compañías extranjeras son los bajos salarios, por lo que siempre ha sido su punto a atacar. Por eso es que colocan en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos al encargado del Comité sobre Asuntos Laborales de la American Chamber of Commerce of Mexico (Cámara de Comercio Americano en México), y representante de las mayores plantas electrónicas, el Lic. Francisco Breña , para empezar su estrategia de nivelación de salarios a la baja.

En 1973, el presidente de la Comisión de Salarios Mínimos en B.C., Lic. Eguía Valderrama Ricardo, que también es presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) de Mexicali, ex abogado patronal de una empresa mueblera (donde reprimió a trabajadores cuando trataron de organizarse en un sindicato independiente), dice que el salario “el año pasado se aumentó más en la región que en otros estados y esto no es justo”, que van a mandar estudios a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos para que no vuelva a suceder, porque ahuyenta a la inversión extranjera .

La crisis económica de mediados de los años 70’s, fue el marco que sirvió para diseñar este nuevo tipo de sindicalismo. Entre octubre de 1974 y abril de 1975, cerraron 39 maquiladoras en la frontera, otras rebajaron hasta en un 50% su personal. En diez meses en 1975 se quedaron sin trabajo 32 000 obreras (os). En Nogales hubo cinco mil despidos, había una población económicamente activa de 25 mil personas. Setenta maquiladoras más cerraron los primeros seis meses de 1976. 44 plantas cerraron en Tijuana, dejando sin trabajo a cinco mil personas.

Los sindicatos “Charros” reclamaban lo mí¬nimo que estaba en la LFT para sus agremiados, las maquiladoras requerían de un sindicalismo que no exigiera el mínimo legal. Que evitara que este nuevo proletariado que estaba surgiendo en la maquila sin experiencia laboral y sindical previa, migrante, joven, compuesto principalmente con mujeres, no pudiera organizarse en la defensa de sus derechos.

El Centro Patronal de Tijuana saco la conclusión de que debí¬a de buscar impulsar un nuevo tipo de sindicalismo acorde a las necesidades de producción de la industria maquiladora donde la sobreexplotación de la mano de obra, las pésimas condiciones de seguridad e higiene para los y las trabajadoras, la inestabilidad de las plantas, los bajos salarios requerí¬an de un sindicalismo diferente a los sindicatos “Charros” burócratas.

Por su parte el Lic. José Mandujano Álvarez, el abogado laboral patronal más destacado y gerente del Centro Patronal de Tijuana (CET) manifiesta que “Es preocupante la migración de industrias maquiladoras a otras entidades, fundamentalmente al estado de Sonora, como consecuencia de la diferencia en el salario mínimo que rige nuestro estado (…) hace falta un cuerpo de economistas, estadígrafos y sociólogos que se encarguen de la relación de los estudios previos de los que la Ley Federal del Trabajo hace referencia para la determinación de los salarios mínimos que deberán de establecerse en la región (…) existen otras zonas económicas fuertes (…) sin embargo sus salarios mínimos son inferiores a los nuestros, por lo que es menester que se eliminen o se establezcan con equidad los salarios que deben regir nuestro estado, para nivelar esta situación que está resultando de mucha gravedad para los trabajadores y para la creación de fuentes de trabajo”

No todas las empresas optaron por salir de México, la ubicación geográfica, la calidad de la mano de obra, la infraestructura que brindaba el país, mantenían a México en la competencia mundial, y no se iban a rendir fácilmente las trasnacionales, por lo que marcan una nueva estrategia, regresar los costos de la mano de obra a los niveles anteriores a 1973. La American Chamber of Commerce of Mexico que concentraba a más de 2 100 corporaciones estadounidenses siempre se ha mantenido en pie de lucha en contra de las y los trabajadores mexicanos, Sus socios mexicanos eran los principales encargados de llevar a cabo la ofensiva por medio de la prensa, advirtiendo que los salarios en otros países maquiladores como Corea del sur, Taiwán y Haití eran entre tres y ocho veces menores a los pagados en México.

En marzo de 1975 la American Chamber of Commerce of Mexico advierte al gobierno mexicano, por medio de la revista, en un artículo de Joseph B. Mackinnon –Invesment al tha border -The Maquiladoras- que: “Existe una creciente conciencia en los más altos niveles del gobierno de México de que la remoción inicial de obstáculos para el establecimiento de las maquiladoras ya no resulta suficiente para garantizar la permanencia de las mismas o para estimular el arribo de nuevas… las sugerencias a efecto de que el gobierno debiera adquirir y continuar operando a las maquiladoras que decidan irse, parecen factibles sólo parcialmente en tanto que las operaciones de las maquiladoras están estrechamente vinculados a procesos integrales de producción y a condiciones del mercado extranjero sobre las cuales el gobierno mexicano no tiene ningún control… si las maquiladoras desaparecieran de la zona fronteriza mexicana los parques industriales en que se localizan se convertirán en ciudades industriales muertas… [por lo que] no hay nada que el gobierno mexicano pueda hacer por detenerlas… excepto bajar los costos de la mano de obra”

Mandujano Álvarez que había hecho estudios de la Ley Federal del Trabajo para encontrar la formula de cómo impedir que los salarios crecieran en Baja California, para encontrar como impedir que los salarios sigan creciendo en B.C., encontró la formula para que los patrones no sacrificaran utilidades “para lograrlo –concluyo- se requiere eliminar los obstáculos a la producción que puedan estar constituidos por huelgas, paros y boicots”

Joaquin Parada Ruiz líder local de la CROM reunía los requisitos necesarios para que este nuevo sindicalismo, “deshonesto” , “sucio y corrupto” . Con él se planeó esta política que tuvo su origen en 1974. En una entrevista realizada por Cirila Quintero a Parada Ruiz en abril de 1988, este manifestó que “desde entonces hemos trabajado con mentalidad constructiva… Estamos convencidos de que una empresa maquiladora tiene tres dueños: el gobierno, que le corresponde un tercio que cobra mediante impuestos; los trabajadores (representados por el sindicato) que cambio de su esfuerzo reciben un salario y prestaciones, y el empresario, que es el que invierte y pone en juego su dinero. Estos tres elementos deben colaborar para el buen funcionamiento de la empresa” .

Una vez pactada esta alianza entre el Centro Patronal y la CROM, los empresarios a través del Lic. Armando Lara Calderón, presidente de la sección especializada de la industria maquiladora de la Cámara Nacional de la Industria y Transformación (CNIT), anuncian: “Nuestros lideres sindicales han recapacitado en cuanto a su actitud y ahora tratan de ayudar a que se incrementen las fuentes de trabajo, pues ellos son parte determinante en cuanto a que los inversionistas extranjeros vengan con confianza a abrir más maquiladoras a nuestro país” .

De cómo los químicos afectan nuestra sexualidad y reproducción

Hablando de los químicos en las diferentes maquiladoras que hay en Tijuana se producen y utilizan muchas sustancias químicas peligrosas. Algunas de ellas pueden tener consecuencias negativas en el organismo. También hay distintos agentes físicos y biológicos como las radiaciones y bacterias utilizadas en muchas de las maquiladoras. También podemos encontrar en nuestro lugar de trabajo estrés, tensión y turnos de hasta 12 horas laborales que pueden tener consecuencias negativas en los aparatos de reproducción y el organismo mismo de los trabajadores y trabajadoras.

En su gran mayoría las sustancias químicas que encontramos en las hojas de datos de seguridad que las empresas tienen, se ved que no se han estudiado en seres humanos, por lo que no se tienen la información correcta. Tampoco se han hecho estudios en situaciones laborales de acuerdo a sus posibilidades de tener consecuencias en la reproducción de nosotras como trabajadoras y trabajadores.

La gran mayoría de nosotros estamos expuestos a estos riesgos, a diario, en nuestro lugar de trabajo nos encontramos con sustancias corrosivas, que nos perjudican lentamente, ya que hay una gran variedad de estos químicos como: KOH, Cellosolve, Metanol, Acetonas, Ácido Acético por mencionar sólo algunos y estos en concreto que son utilizados, en grandes cantidades en maquiladoras como Óptica Sola y Sig Armolite. Algunos, de estos químicos, causan cáncer a la médula o sea, irritaciones en fosas nasales, leucemia, descamaciones de la piel, manchas negruscas en la cara, desgaste de la vista con infecciones de conjuntivitis, por los vapores de los químicos, sin contar que muchas de estas sustancias producen esterilidad en los hombres o por lo menos disminución de los espermatozoides. Con algunas, si no que con muchas más las situaciones laborales pueden hacer que algunos trabajadores experimenten anormalidades en su salud sexual o de reproducción, la mayoría de nosotros quizá no aceptamos o no sabemos de los problemas que puede guardar la exposición continúa con las sustancias químicas que se manejan en nuestro lugar de trabajo.

Aunque la información es mínima, gran parte de lo que se sabe, es que las consecuencias, de las sustancias utilizadas en el lugar de trabajo, en el aparato de reproducción masculino y femenino, se ha llegado a conocer estudiando a trabajadores expuestos, sus cónyuges e hijos.

Es de suma importancia que las y los trabajadores conozcan, lo más posible, las sustancias utilizadas en sus lugares de trabajo.

Donde quiera que exista la información de dichos químicos debemos de leer y conocer sus causas y sus riesgos.

Las trabajadoras embarazadas que planean tener hijos sanos, que no estén expuestas a riesgos conocidos o sospechosos que pudieran afectar su embarazo.

Los hombres o mujeres que planeen tener hijos, también tienen que ser cautelosos y precavidos con las sustancias utilizadas en sus áreas de trabajo, porque hasta el alcohol industrial y el windex causan daños.

Toña trabajadora de la maquila, integrante de CITTAC.

El estrés en el trabajo

El estrés en el trabajo siempre existe.

Elementos de estrés. Cualquier condición o situación en nuestro ambiente causa emociones de tensión y presiona. Los estresores laborales son los que uno encuentra en el lugar de trabajo. El estrés hace que el cerebro se ponga en guardia. La reacción del cerebro es preparar al cuerpo para la acción defensiva. El sistema nervioso despierta y las hormonas se liberan para despertar los sentidos. El pulso se acelera, se agudiza la respiración y se tensan los músculos.

Síntomas crónicos de estrés a largo plazo

Problemas cardiovasculares. Ataques al corazón, presión arterial alta, dolor en el pecho, palpitación irregular en el corazón y migraña.

Resistencia baja o deteriorada. Susceptibilidad grande a infecciones, resfriados, catarros, alergias y hasta cáncer.

Problemas digestivos. Úlceras, colitis, estreñimiento, diarrea y diabetes.

Susceptibilidad a sufrir accidentes.

Problemas musculares y de huesos. Dolor de espalda, dolor de cabeza y artritis.

Problemas emocionales. Insomnio, indigestión, pérdida o aumento de apetito, cansancio o fatiga, depresión, falta de interés en el trabajo o fuera de él, no poder relajarse sin droga, alcohol o televisión.

Por esto es importante que trabajadores y trabajadoras identifiquen las raíces o causas del estrés en su trabajo, y que usted y sus compañeros desarrollen estrategias que reduzcan o eliminen las causas del estrés. En su trabajo puede realizar actividades que reduzcan el estrés como ejercicios de relajación y mejorar las relaciones con los compañeros, trabajar en equipo, y participar en las juntas que hacen a los trabajadores compartiendo las decisiones que afectan sus trabajos y definiendo los papeles y responsabilidades de cada trabajador.

Un caso más de hostigamiento sexuale de una ex-trabajadora de Rectificadores Internacionales.

Despues de dos años y medio de trabajar para esta industria hubo un “cambio de trato” o de “relación laboral” con mi jefe inmediato el señor Jorgue René Chinchillas, quien el ultimo medio año comenzó hacerme insinuaciones y proposiciones indecorosas dentro de mi espacio laboral. Propiciando con esto mi despido, ya que nunca cedí a sus intenciones me trajo problemas laborales e inestabilidad, tanto emocionales como de trabajo. Desde ese momento me sentía presionada, incomoda con su trato hacia mi, la forma que me miraba y las veces que me llegó a tocar, fueron de una manera irrepetuosa hacia mi persona, estos hechos me incomodaban y me molestaban. Esto termina en un problema personal por el hecho de negarme a sus insinuaciones que se volvían cada vez más pesadas. Sobre todo esto siempre se lo comenté a una compañera que alguna veces ella tambien se daba cuenta y escuchaba de la forma de actuar y de dirigisrse hacia mí, del señor René. Mi compañera me aconsejaba que debía ponerle un alto o quejarme ante sus superiores, lo cual no hice caso y lo fui dejando por no crearme problemas con él y hacer el ambiente más pesado. Hasta que él me hizo una proposición demaciado indecorosa, faltandome con eso al respeto y haciendome sentir muy mal de manera inmediata. Mi reacción fue grosera, contestandole lo corriente y lo vulgar que era, que yo jamás le había dado motivio para que me tratara o se dirigiera a mi de esa manera. La insinuación fue de que: “ si sacas 45 de producción te invito a comer no más por el buen jale”. Yo le contesté: Cuál jale. De manera molesta, y al ver mi reacción cambió las plabras, y dijo que: “es el buen trabajo que tu haces”.
Estos hechos continuaron hasta que un día me llamaron de la oficina y me dijeron que estaba despedida sin saber yo la razón o el motivo. En este despido el seños René Chinchillas tuvo mucho que ver, ya que el dia de mi despido en la mañana un reporte que no quise firmarlo porque no habia una razón valida que me hubiera mostrado. El molesto por eso hizo que me llamaran a Recursos Humanos para aclarar la situación. Esto paso como a las cuatro de la tarde, casualmenrte también ese día era de pago y me dijeron que mi cheque no estaba y que tenía que ir a Recursos Humanos a recogerlo.
En ese momento me dirigi a la oficina, no sin antes conmentarle a una compañera que me habían mandado llamar de RH. Suponiendo que algo tenía que ver con el acontecimiento de la mañana con el señor René.

Por eso tu como yo, denuncia el caso como debe de ser al ministerio público porque este es un delito que debemos combatir y acabar, para llevar un avida más digna y vivirla con orgullo. De esta manera y por la situación que tenemos que pasar, por ser trabajadoras de la maquila, que es mayormente donde pasan estos problemas sigo invitando a todas las mujeres paera que sigan luchando por nuestros derechos. No por tener la necesidad de trabajar tenemos que soportar personas o jefes tan irresponsables y sin escrúpulos, que luego nos traen consecuencias para nuestras familias principalmente.
Por último y confiando en la justicia estoy en espera de que se atienda y se resulva mi demanda penal contra el Sr. Jorge René Chinchillas, y que no se tome como otro caso más y se archive sin darle la importancia que realmente tiene este tipo de problema que se vive a diario dentro del trabajo. Ojalá se tomen las medidas necesarias y nos ayuden hacernos respetar como personas humanas, pues este tipo de personas que nombramos “hostigadores o acosadores sexuales” no se tientan el corazón para hacer el mal y pasar sobre nosotras, pensando que en nosotras pueden descargar sus frustraciones sexuales.
Los hostigadores no toman en cuenta el perjuicio que nos traen a las trabajadoras, que como yo tuve que pasar por problemas emocionales y económicos por no haber atendido a sus insinuaciones de este señor y el sigue igual, como si nada hubiera pasado muy tranquilo en su trabajo, esperando y asechando su próxima víctima en complicidad con personas que tienen los mismos escrúpulos y tapando sus “bromas”, como me lo daba entender la licenciada Sonia Sanches, quien fue la que me despidió. Y así prestandose en complicidad con él, para buscar pretextos y deshacerse de las personas que supuestamente no le serviamos por “indisciplinados”, o más bien, con los que no estábamos de acuerdo con las irregularidades y abusos que se cometen en esta fábrica.


¡No lo permitas!, conoce tus derechos y denuncia los abusos, busca asesoría y a las personas que te puedan ayudar y ponte en contacto con nosotras las que hemos sido ofendidas por un hostigador.

EL HOSTIGAMIENTO SEXUAL ES UN DELITO, ¡CONOCELO!

Paula Orozco
Extrabajadora de Rectificadores Internacionales

La diferencia entre la cárcel y la maquila

En la cárcel te pasas la mayor parte del tiempo en una celda de 3 x 2.5 mts.
En la maquila te pasas la mayor parte del tiempo en un espacio de 1.5 x 1.5 mts.
En la cárcel la celda tiene una ventana pequeña al exterior y ventilación natural.
En la maquila no tienen ventanas al exterior y el aire esta contaminado.
En la cárcel te dan tres comidas al día.
En la maquila tienes 30 minutos para salir a comer, pagas por ello y es tan mala como la de la cárcel.
En la cárcel nadie te molesta porque fumes.
En la maquila solo puedes fumar a la hora de la comida y tienes que escoger entre fumar o comer.
En la cárcel la pena se acorta por buen comportamiento.
En la maquila si te comportas bien te premian con más trabajo.
En la cárcel el guardia te abre y cierra las puertas a tu paso.
En la maquila tienes que ir abriendo y cerrando puertas con una tarjeta de seguridad, cuando no te dejan irremediablemente encerrado.
En la cárcel nadie te molesta porque veas TV o leas un libro.
En la maquila no hay TV y si lees un libro, te despiden.
En la cárcel no tienes que pedir permiso para ir al baño, tienes tu propio escusado y puedes tardar en el lo que te plazca.
En la maquila tienes que pedir permiso para hacer tus necesidades fisiológicas, si te dan permiso tienes cinco minutos para regresar a tu puesto de trabajo y compartes el escusado con cintos de personas.
En la cárcel permiten que tu familia y amigos te visiten dos veces a la semana.
En la maquila ni siquiera puedes hablar por teléfono con ellos.
En la cárcel tus gastos los pagan los contribuyentes y nadie te obliga a trabajar.
En la maquila tienes que pagar todos los gastos por ir a trabajar y además te descuentan impuestos.
En la cárcel los custodios por lo general son unos sádicos.
En la maquila los llamamos Gerentes y supervisores.

Necesitamos organizarnos, para defendernos mejor.

Los derechos que podemos defender en pequeñas luchas que demos, ya sea solos o en grupos de cinco, quince o veinte y cinco trabajadoras y trabajadores, son limitadas y no cambia nuestra condición de pobreza, ni las condiciones de injusticia y malos tratos en nuestros trabajos. La forma de organización que hay en la actualidad, el sindicato, en los hechos no nos han servido para defender nuestros derechos. Incluso en la gran mayoría de los casos ha servido para defender los intereses del patrón.

Cuando hemos logrado que nos reconoscan nuestros sindicatos autonomos o que por medio de algún sindicato independiente logramos la titularidad de un Contrato Colectivo de Trabajo. Los patrones con apoyo y complicidad de autoriades laborales y sindicatos fantasmas y charros, han burlado nuestros derechos, cometiendo fraudes en nuestra libre elección del sindicato que queremos; robandoce las tomas de nota; llendoce las fábricas a otras ciudades, estados o paises; corrompiendo a los dirigentes; reprimiendonos; etcetera.

Necesitamos crear otras formas de organizarnos y defendernos. No se trata de crear nuevas formas de organización, por crearlas nomás, por ser originales, por querer dar un nuevo aporte al movimiento, por estar más a la moda de financiadoras y ONG`s, por estar a la vanguardía del movimiento obrero. Las nuevas formas de organización se estan creando producto de la experiencia cotidiana de las y los trabajadores, en su trabajo, en su comunidad, en su familia, porque la organización debe de responder a las necesidades de los y las obreras y sus entornos sociales.

Debemos de investigar, descubrir, experimentar estas nuevas formas de organización, de lo único que podemos estar seguros, es que estas nuevas formas de organización no pueden ser producto de una teoria sobre la organización, sino producto del trabajo diario que trabajadoras y trabajadores de la maquila, hacen por lograr que sus compañeros y compañeras de trabajo conoscan sus derechos, sientan la necesidad de pelear por ellos, de unirce a otras personas para hacerlos valer. Del trabajo diario de extrabajadores y extrabajadoras, que acompañan a estas trabajadoras y trabajadores en su lucha cotidiana, porque es su misma lucha porque sus hijas, hijos, esposas, esposos, hermanos, hermanas, vecinos, cuñadas, etcetera trabajan en la maquila, porque a los nuevos trabajos que llegaron, sean estos en billares, bares, tiendas comerciales, casas, talleres mecanicos, restaurantes, en la construcción, trabajo a domicilio, consultorios, oficinas, etcetera las condiciones no varian mucho que en la industria maquiladora. Los bajos salarios, los malos tratos, la falta de respeto a nuestros derechos, la nececidad de pelear por que se respeten esos derechos y la necesida de la organización esta en todas partes.

Y en todas partes nos hemos tenido que defender, y hemos tenido experiencias de resistencia, de protesta, de lucha, y de organización en muchas ocaciones, aunque estas experiencias hayan sido pequeñas y por pequeños espacio de tiempo. Esa es nuestra practica, esa es nuestra experiencia, que son producto de lo que vivimos en la fábrica, de lo que aprendemos sobre nuestros derechos y la necesidad de organizarnos, ahí esta nuestra historia resisente, nuestra experiencia concreta, ahí estan nuestras ideas de justicia y de lucha, nuestras dudas y preocupaciones, ahí estan nuestros principios y bases que necesitamos para seguir construyendo la organización que necesitamos.

En ese sobrevivir siendo migrante, mujer, joven, homosexual, travesti, lesbiana, punketo, gordo, chicana, feminista, trabajdora de la maquila, zapatista, siendo madre con hijos y sin nadie más que la apoye a una, siendo madre sin hijas, siendo hijas, hijos, esposas que sufren la violencia domestica, no tener familia en la región, vivir con otro nombre, sin un pedazo de tierra y un techo para vivir, que nuestra organización comunitaria este siempre siendo amenazada por el gobierno, vivir con un pie en México y otro en Estados Unidos, vivir en una colonia contamida por las empresas maquiladoras, estar en la carcel, en la clandestinidad, ser acosada por las autoridades por defender nuestros derechos, debemos poner atención a estas resistencias que a diario hacemos, de ahí surgira la fuerza de nuestra organización, de ahí surgira nuestro mundo.

El principal punto en que debemos poner atención, es que en la organización que estamos creando, logremos que en las relaciones entre todas y todos sus integrantes, tengamos una relación de respeto a nuestras ideas, a nuestras practicas e iniciativas: que tengamos una forma de relacionarnos en donde las relaciones de poder no existan, cualquiera que sea su forma; en la que tengamos formas de pensar y decidir en colectivo; en la que nuestro principal interlocutor no sean los patrones de la maquila, las autoridades laborales, sino que sean los y las trabajadoras y el pueblo en general.

Decidiendo entre todos y todas y desde abajo, con los más pobres, los más desamparados, los más discriminados, los más olvidados, pero dispuestos a defender su dignidad su libertad, y luchar por la justicia, como vamos alograr que las cosas cambién para bien de la mayoría.

sábado, 10 de julio de 2010

Trabajadora pide al IMSS reconosca enfermedad del trabajo

Coordinación General de Atención y Orientación al Derechohabiente



En 2008, sufrí un accidente en el trabajo un viernes, estaba trabajando en la maquiladora Muebles para Niños (Evenflo), en una maquina donde se hace “la barra dentada”, me arrimaron una carga de material que tiene la cantidad de 4608 barras. La carga no iba bien amarrada por lo tanto se me vinieron encima todas la barras y al quererlas detener sentí el dolor, muy fuerte en la espalda y en la cintura, que desgraciadamente no reporte de momento, solo me tome unas pastillas para el dolor y seguí trabajando. Aunque pase la noche con el dolor, nunca pensé que podría ser algo malo, hasta el lunes que ya no aguantaba el dolor fui al Seguro Social, como jamás había estado incapacitada, no sabia de que se tenía que calificar como accidente de trabajo, y pasaron las cosas.

El doctor cuando me mando a trabajar, me dijo que me cuidara que no levantara cosas pesadas ni me agachara porque eso me hacia daño. Lo comunique a la empresa y me cambiaron de trabajo.

Se que tengo parte de la responsabilidad de que no se me haya calificado como accidente de trabajo, por desconocer las leyes, que en ni en la escuela, ni en el trabajo, ni ninguna autoridad se ha preocupado en enseñarme.

El 18 de agosto de 2009, al encontrarme trabajando, el jefe de línea me pidió que lo apoyara haciendo mi antiguo trabajo, 25 minutos en lo que otra compañera salía a cenar. El trabajo consiste en agacharme a levantar bultos pesados de material para alimentar la maquina, para cuando se llego el descanso, yo ya no podía caminar, traía un dolor muy fuerte en la espalda. Salí al descanso a las 8:30 de la noche y para las nueve a como pude llegue a donde estaba la maquina, pero ya no pude trabajar, como no hay servicio medico en el trabajo lo único que pude hacer fue tomarme una pastilla para el dolor, como el dolor no pasaba me llevaron al Seguro Social como a las 10:30 p.m.

La Ley del Seguro Social (LSS), establece que:

Artículo 41. Riesgos de trabajo son los accidentes y enfermedades a que están expuestos los trabajadores en ejercicio o con motivo del trabajo.

Es indiscutible que mi padecimiento surgió en ejercicio de mi trabajo, ya que me encontraba trabajando, en mi horario regular de trabajo, y con motivo del mismo, ya que fue el movimiento de estarme agachando y parando cargando materiales pesados lo que provoco el dolor que me causo una perturbación funcional.

La medica MARTHA MARTINEZ SERRANO, que me atendió en el IMSS el día 18 de agosto de 2009, manifestó en el aviso de atención medica inicial y calificación de probable riesgo de trabajo que: “Se observa espalda con escoliosis…”, mismo mal que aparece en la Ley Federal del Trabajo, en el articulo 514, punto 400 de la tabla de valuación de incapacidades permanentes.

Artículo 43. Enfermedad de trabajo es todo estado patológico derivado de la acción continuada de una causa que tenga su origen o motivo en el trabajo, o en el medio en que el trabajador se vea obligado a prestar sus servicios. En todo caso, serán enfermedades de trabajo las consignadas en la Ley Federal del Trabajo.

Lo que me diagnostico la médica que me atendió: “esclerosis”, Por lo que “En todo caso”, es una enfermedad de trabajo consignada en la Ley. Además el artículo establece que:

Artículo 45. La existencia de estados anteriores tales como discapacidad física, mental o sensorial, intoxicaciones o enfermedades crónicas, no es causa para disminuir el grado de la incapacidad temporal o permanente, ni las prestaciones que correspondan al trabajador.

Por lo que suponiendo sin conceder que no hubiese sido inicialmente una enfermedad del trabajo, eso no debe de importar, ya que independientemente de esto, el mal me surgió en el desempeño y con motivo de mi trabajo, si yo no hubiera estado agachándome y levantando material pesado, jamás hubiera sufrido lo que sufrí.

Por lo que solicito que el IMSS:

UNICO: Que me sea calificado como riesgo de trabajo la esclerosis que padezco.


Atentamente:



MAGDALENA CECEÑA MILLAN
No. De afiliación al IMSS: 21035700307 1F57OR
Tijuana, B.C. a 4 de junio de 2010.

viernes, 9 de julio de 2010

La Comuna de Paris

En el sector electrónico

Beatriz Aguirre, Sara Bravo, Alejandra Ramirez.


En la industria electrónica se desarrolla una perversa combinación de las viejas formas de explotación y una retórica de calidad total del toyotismo. En estas maquilas, minuto a minuto, día a día, chocan la supuesta modernización de la producción con las condiciones de subordinación y sobreexplotación.

Las exportaciones de la industria electrónica representan poco más del 30 por ciento del total de las exportaciones manufactureras de todo el país. En general, en esta industria se utiliza el mismo método de proveedurías o empresas subcontratadas para la elaboración de mercancías. Por ejemplo, una computadora. Los fabricantes de componentes: los circuitos se fabrican en Filipinas, los capacitores en China, las memorias en Malasia, los chips en la India. Las manufactureras: el disco duro se hace en Filipinas, el lector de CD y DVD viene de Tailandia y las pantallas de China. México importa el 90 por ciento de los insumos y exporta el 94 por ciento de los productos terminados. Las exportaciones se envían al mercado estadounidense de manera casi exclusiva ya que el 94 por ciento de los productos electrónicos fabricados en México tienen como destino final ese país (1). Es decir, en electrónica, sólo somos un país ensamblador.

Después de 1992, y en un esfuerzo por competir con las maquiladoras asiáticas, las empresas y el gobierno federal concertaron un proceso de modernización en el sector electrónico. Dicho proceso consistía en sustituir la imagen de la empresa ensambladora de baja tecnología, con alta rotación laboral, empleo femenino abundante y salarios bajos, por una con relaciones armoniosas entre los trabajadores y la gerencia, como si se tratara de una “gran familia” en la que las relaciones cooperativas son la norma de trabajo.

Las empresas afirman haber formado un obrero multicalificado y enriquecido en sus experiencias de trabajo, bajo principios de satisfacción e igualdad. Sin embargo, en la práctica del día a día en las maquilas, esto no es así, pero ni de lejos. En Ciudad Juárez, por ejemplo, en las maquiladoras Optos, Koyi, Eléctrica Mexicana y Contudel —ligadas a General Electric, Honeywell y Toshiba—, iniciaron un proceso de modernización cuyo objetivo era incrementar la productividad y asegurar a los proveedores entregas Justo a Tiempo (JT). La modernización se verificó sólo para la inserción de microchips con maquinaria de control numérico y maquinara programable. La supuesta necesidad de competividad ha sido enfrentada básicamente con elementos asociados a la organización del trabajo. Para cumplir con las demandas de proveedores o contratistas con el modelo JT, las maquiladoras han recurrido a la fabricación simultánea de varios aparatos: computadores, teléfonos, impresoras, paneles digitales, lavadoras, módulos automotrices, etcétera.

Este hecho es posible gracias a que las líneas de producción pueden adaptar el ensamblaje de distintos productos. Esto es, se entrena a las trabajadoras para conocer y realizar distintos procesos en la fabricación y ensamblaje de productos electrónicos, un trabajo multifuncional o polivalente.

La flexibilización en las maquilas no es un proceso de ruptura con el esquema fordista, sino la refuncionalización de añejas relaciones de subordinación. Es decir, al lado del trabajo rutinario y poco calificado de la línea de montaje se aplican medidas de sistemas de control de calidad tanto para el proceso como para el producto. Se obliga a las trabajadoras a ser polivalentes y a tomar cursillos de calidad total.56

Esto es lo que nos cuenta una ex trabajadora de la empresa Schneider Electric de México, ubicada en Monterrey, Nuevo León: “A veces me ponían a mí a soldar, otras veces me ponían en la lavadora. Tenía que acomodar las piezas en las cajas y de allí a sellarlas para que pasaran ya a otra línea, descontaminadas y todo”. Sobre la productividad, particularmente en el turno nocturno, nos cuenta que el trabajo se sigue desarrollando por la presión del capataz: “Tenías que cumplir una meta, entonces el supervisor andaba detrás de todo: de las máquinas, de los muchachos, porque tenías que cumplir la meta, porque ya iban a llegar los de la mañana y el material con que se trabaja.

A veces había mucho trabajo y pues el turno era muy pesado. A veces sí me tocó que las muchachitas se desmayaban de plano por el trabajo que era muy cansado, porque casi todo se realizaba de pie”.

La polivalencia en la maquila, más que un criterio de productividad, se utiliza para contrarrestar los efectos de la alta rotación de personal. Al respecto, señala una obrera: “Todavía no me toca que me mande pa’ todos lados. Nomás entrando me tocó soldar, pero como ya tengo práctica en soldar rápido me quitaron: ‘no usted ya sabe mucho de soldar’, ya para la noche terminaba 40 cajitas. Me dijeron: ‘¿quiere aprender la computadora? por si renuncia la muchacha’, yo dije que sí, y ya me pusieron en la computadora, y en la computadora entonces nos piden 2 mil 800 bobinas” (2).

Los círculos de calidad, en donde las obreras podrían proponer cambios en el proceso de producción, sólo se encuentran en la retórica de la gerencia: no se organiza el trabajo en equipos o celdas sino que se mantiene la línea, los horarios de trabajo y los descansos son celosamente vigilados, el control del proceso está controlado y lo marca la gerencia. Los criterios de ascenso se siguen manejando con elementos subjetivos, como caerle bien al capataz. ¿Recuerdan al líder de la industria automotriz, el que ayudaba para aumentar la calidad?, en la maquila electrónica no hay ningún líder, la calidad es incentivada por la presión del capataz y por los estímulos.

“A la que sacara más calidad nos daban pastel, nieve y nos festejaban. Allá en Taxca (una maquiladora) hasta me llevaron a comer al Tenampa, con toda la línea cuándo sacábamos la mejor producción o rechazos, o sea, 100 por ciento bien”. Otra trabajadora cuenta: “en la línea sí hay competencia, pero no es mala sino buena porque pues tienen pizarrones de quién trabaja más, y uno se motiva cuando te ponen ahí porque no tienes rechazos y pues se trabaja con más ganas” (3).57

“El mundo de la empresa”, la estrategia gerencial para que las trabajadoras se sientan “comprometidas” y mantengan lealtad a la empresa, es metido a las trabajadoras mediante regalos el día de las madres, convivíos los fines de semana o concursos de belleza donde ganan premios. Pero las trabajadoras participan o asisten a estos eventos como una estrategia para complementar sus ingresos, pues es por todas conocido que los salarios en la maquila son muy raquíticos.

Como hemos visto, la flexibilización del proceso productivo o toyotismo es aplicado de distintas maneras según el sector que se trate. El beneficio que tiene para los patrones es que, por un lado, pueden desentenderse de sus responsabilidades con l@s trabajador@s mediante empresas subcontratadas que les proveen trabajador@s y, por otro lado, las empresas agilizan los procesos productivos descentralizando la producción misma. Es una política mundial de competencia: compiten entre sí las empresas proveedoras para entregar los pedidos Justo a Tiempo, y se pone a competir a l@s trabajador@s para que aceleren la producción y la productividad. Es una aceleración de la pesadilla.

“Mientras que un obrero que utilizaba los antiguos sistemas de producción ocupaba en promedio 57 segundos por minuto, un obrero bajo el método flexible ocupa 45 segundos. Esto es, una ganancia de 12 segundos por minuto. Esto representa un aumento del tiempo de actividad de 26.7 por ciento” (4). Lo que ha implicado la flexibilización productiva son mayores cargas de trabajo en un menor tiempo, haciendo mucho más extenuante la jornada de trabajo y generando mayores ganancias para los patrones. En el modelo de producción flexible no se abandona el elemento de subordinación, superexplotación, los malos tratos, la muerte lenta de l@s trabajador@s. Esto echa por tierra la supuesta automatización y modernización del método productivo. Al final de cuentas, son l@s trabajador@s y su trabajo el factor determinante para la valorización de capital y para la acumulación de ganancias.

Por ello, este método de explotación se perfecciona: se acelera la pesadilla. Se incrementan los ritmos y cadencias de trabajo y también se recurre al alargamiento de la jornada de trabajo para extraer más ganancias. Las empresas aprovechan la política de contención salarial impuesta por los gobiernos de todos los partidos políticos para ofrecer a l@s trabajador@s sólo el salario mínimo y que sean los bonos los que complementen el salario. Formalmente, la jornada es de ocho horas, pero el obrero trabaja más tiempo, no por horas extras, sino para cumplir la meta de productividad y competir contra sus compañeros obreros por los bonos.

Notas:

1. Informe sobre las condiciones laborales en la industria electrónica. Cereal, 2006. En línea.

2. María Eugenia de la O. “Flexibilidad inflexible: estudios de caso de las plantas maquiladoras electrónicas en el norte de México”. Papeles de Población, julio-septiembre, núm. 33 UAEM, México, 2002.

3. Ídem.

4. “La guerra del capital contra el trabajo”. Revista Rebeldía núm. 67.

Un teatro que no se maquila

Esmeralda Ceballos

Desde hace muchos años diversos dramaturgos han apostado por el teatro documental; lo hizo Vicente Leñero con sus textos dramáticos - auspiciados por notas periodísticas-, con los que buscaba reflejar la realidad nacional y sus repercusiones. Más tarde, Rascón Banda lo utilizaría también como recurso en algunas de sus obras, y en últimas fechas Humberto Robles con Mujeres de arena, que trata el tema de las muertas de Juárez.


Y es porque el teatro documental ha funcionado como una forma de establecer una diferencia entre el teatro de autores universales y las problemáticas que la sociedad vive en momentos determinados. Hacerlo no es fácil, pues los recursos de los que se vale, en ocasiones, pueden ser no bien acogidos por el público; sin embargo, su finalidad es confrontar al público con su realidad inmediata y los problemas que les conciernen, y que por comodidad social, prefieren disimularlos como se esconde la basura detrás de la puerta. En Tijuana, desde hace tiempo se abandonó un poco este discurso teatral, Jorge Andrés Fernández, reconocido director de teatro, bajo el método de rompimiento brechtiano, lo acostumbraba, si no en todas sus obras, sí en varios de sus montajes.

En estos momentos el grupo de teatro Taltecan apuesta por su visión del mundo y lo plasma en el unipersonal Maquila, dirigido por Inés Castillo, donde hace una denuncia de las contrariedades y maltrato al que se enfrentan las mujeres que trabajan en las maquiladoras; aunque es un trabajo muy limpio, en ocasiones cae en las repeticiones, y una de las maravillas de la dramaturgia es que el teatro no es repetitivo. Si bien uno de los objetivos del teatro documental es generar una reflexión en los espectadores, no debe olvidar que el texto es primordial para comunicar lo que se desea, de lo contrario se convierte en una denuncia hecha a medias, una objetividad no utilizada, porque aunque el manejo de la técnica documental es un gran inicio, en Maquila la dramaturgia falla, ya que en varios momentos se convierte en narraturgia y no en un diálogo que progresa, no en un hecho teatral, en varias ocasiones la ausencia se queda en la ausencia.

El tratamiento de los elementos como signo y significante, son un acierto en el montaje, como también el rompimiento de la cuarta pared. Maquila es una propuesta con un propósito muy claro: invitar al espectador a que medite sobre la situación que se vive dentro de una empresa maquiladora. El trabajo de la actriz Mariana Chávez, quien también es autora del texto, es sostenido por una actuación precisa y muy bien pensada, lo que demuestra su calidad actoral. A pesar de que es un trabajo en el que se han dejado de lado varios detalles, se podría decir que cumple con su cometido: logra que el espectador se ahogue en su propia reflexión que se antoja una espiral infinita, y conozca de cerca lo que vive las mujeres que trabajan en las maquiladoras con un horario de ocho horas, y un sueldo que apenas les alcanza para sobrevivir. En pocas palabras: lo que busca Maquila, no es lograr el simulacro del teatro, sino generar una consciencia colectiva, aunque debería replantearse la dramaturgia para lograr una propuesta más completa, pues Maquila es un buen intento, pero inacabado. La iluminación cumple su función sin pretensiones: dar luz a la actriz, pero nada más.

Ver Maquila es una invitación a reconocer la sociedad en la que estamos viviendo, y sobre todo, a reconocernos.

Estimado lector que gusta del teatro, lo que usted lee es una mera percepción de quien esto escribe, lo invito a que reflexione y vea por usted mismo lo que sucede en el mundo de las maquiladoras


Tomado de: http://la-ch.com/index.php?option=com_content&view=article&id=3823:un-teatro-que-no-se-maquila&catid=37:general&Itemid=55

¿Cómo salir de esta pesadilla?

Este momento puede fácilmente identificarse como la parte más obscura de la madrugada, como si la pesadilla no fuera a terminar nunca. Las alternativas en contra de la explotación parecen tan chiquitas en comparación con la avalancha de vejaciones y abusos de la patronal. El cansancio de 12 ó 14 horas de jornada laboral en donde se han sometido a una actividad intensa y constante, el ambiente laboral en donde se inculca y reproduce el egoísmo, la competencia y la búsqueda del interés individual, los bajos salarios, la anulación de prestaciones, la certeza de que si se levanta la voz el único destino será el despido. Como nunca antes, se ha hecho patente la asimetría entre patrones y trabajador@s. Y sin embargo, de ahí saldrá la respuesta que ponga fin a esta pesadilla.

Y para señalar que esto es así, dicen: “a pesar de todo aquí seguimos”. Las trabajadoras se rebelan, se organizan, se reúnen, resisten, luchan. No se ponen “la camiseta” de la empresa, no creen que en su centro de trabajo haya igualdad y condiciones armoniosas de trabajo. Saben que ahí, en la fábrica, en la maquila, en la oficina hay maltrato, hay explotación. Saben que aunque el patrón use muchas máscaras siempre seguirá siendo el patrón.

Una vez, Marx dijo que la liberación de los obreros será obra de los obreros mismos. En este sentido, l@s obrer@s de las maquilas, l@s precari@s, l@s subcontratad@s son l@s que, con su lucha, van marcando el rumbo. Las asociaciones civiles de defensoría laboral, los boicots comerciales contra las empresas que explotan a l@s obrer@s son algunos de los escenarios en los que se está desarrollando esta batalla. De las luchas de l@s trabajador@s precari@s, de la riqueza e imaginación de sus formas organizativas, sus oposiciones, sus avances y retrocesos, en fin, de sus experiencias para enfrentar a los patrones surgirán nuevas formas para destruir al capital.

Una trabajadora de la industria electrónica en Monterrey, refuta con sus palabras la estrategia de pensamiento Toyota: la de desdibujar al patrón y su explotación: “¿Los patrones?, ésos amasando su dinero. Entre más ganen, entre más vean su industria crecer, mejor para ellos y a costa de la mano de obra barata. Ellos no se van a andar con contemplaciones. Pero debemos estar todos unidos, pos si no, ahí seguimos”.

Ella no apela a los sindicatos o al gobierno para salir de esta pesadilla: “Tenemos tanto tiempo, bueno, lo que uno tiene de vida, de estar viendo tantas injusticias. Si toda la gente trabajadora se nos aprieta mucho —pues tarde que temprano— si se une, puede exigir sus derechos. No creo que el gobierno te vaya a ayudar en nada, ni creo que te vayan a beneficiar en nada absolutamente. Hasta que ya sea la gente, que el hambre apriete, que todas las cosas truenen, entonces es cuando van —me imagino— a haber reacciones de a de veras. ¿Por qué? Porque estás estresado, ¿con qué pagas?, ¿con qué esto?, ¿con qué lo otro? Y ahí es donde, me imagino, que va a ser un tronadero”.

Seguidores